jueves, 5 de marzo de 2009

¡Y te caíste con todo el equipo!


Pues no sé si es el ambiente, los tiempos o que ya toca, el caso es que últimamente, cada vez que hablo con una antigua amiga, me dice que se ha separado.


¡Y ya van tres en poco tiempo!
¿Será que comienza a haber una epidemia en el pueblo?

Esta Navidad vi a la hermana de María y me dijo que ésta no quería ir por el pueblo porque se había separado.

¿Y eso?

Pregunté toda alucinada, pues no sabía que una separación implicara el no aparecer ya por el pueblo natal, donde vive la familia y están los amigos de toda la vida.

Total, que le pedí el teléfono asegurándole que la llamaría enseguida (Hummmmmm,bueno, al cabo de tres meses....)

El otro día, se presentó el momento oportuno, había quedado con una amiga para dar un paseo por las rotondas (es un vicio como otro cualquiera) ¡pero asuntos importantes nos lo impidieron! tenía un montón de exámenes que corregir (cosa que odio) y estaba aburrida, así que haciendo un pequeño esfuerzo (la quiero mucho, pero es un poco pesadita) y después de por lo menos cuatro años, llamé a María, amiga y compañera del instituto (¡Anda que no ha llovido desde entonces!).

Después del saludo, me lo soltó a bocajarro:

¡¡¡¡Que me he separado!!!! Bueno, chica, le respondí, al fin y al cabo de eso ya hace cuatro años.
Pero no, para ella, la herida seguía abierta y bien abierta.

¡Que si menudo cabrón!
¡Que me dejó sin un duro!
¡Que me tuve que buscar trabajo!

Es curioso, lo buenas que son las parejas cuando están juntas y en lo malas que se convierten al separarse

¿Será que hay mucho ciego/-a en el mundo?
¿O será que nos engañamos o nos dejamos engañar muy bien?

María tenía un porvenir muy brillante, y no porque fuera demasiado inteligente, pero estudió publicidad y era, eso no se pude negar, muy guapa, yo creo que podría haber trabajado donde hubiera querido.

¡Pero ay! Tenía bastante tontería y prefirió convertirse en la señora de un doctor.

A partir de entonces se paseaba por el pueblo con su ropa cara, su abrigo de piel y el adefesio de su marido, que todo hay que decirlo, pues Pepe ha sido siempre feo, esmirriado y apuntando maneras de tener mala leche.

Hasta que con el paso del tiempo la historia de amor, conveniencia y apariencias se convirtió en un infierno de reproches, voces y humillaciones.

Y la princesita despertó de su sueño dorado y al comprobar que la persona que tenía a su lado era cruel y vengativa, cayó en una profunda depresión que le ha durado cuatro largos años.

¿Por qué algunas personas se empeñan en hacer la vida imposible a su pareja cuando ya no la quieren?

¿Cómo podemos acumular tanto odio por una persona que hemos amado, con la que hemos convivido y con la que en muchos casos hemos tenido hijos?

¿Acaso la locución latina homo homini lupus es una verdad abrumadora?


María, te deseo todo lo mejor.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y esas fotos? jajajaja

Pues tienes toda la razón, no vale la pena amargarse y amargar. Supongo que hay tantas separaciones ahora porque muchas de esas uniones que se han sostenido por hijos y otras excusas, ya no pueden seguir manteniéndose. Es que el amor es muy bonito, pero ¡tan difícil de mantener!

Truculentus dijo...

¡Hay que joerse! ¡Pues los has dejado bonicos a los dos!
Temblad, comentaristas del corazón del tres al cuarto. Aquí tenéis una dura competidora.

Anónimo dijo...

El amor es bonito, bello, dulce y está agilipollado profundo.
Anda que pensar que la persona que tienes al lado va a respetar tus ideas, ja. Menudo trabajo cuesta no dejarte fagotizar. Claro, que si se lo pones fácil y dependes totalmente de él pues...ñam, de un bocado y para dentro. Y cuando me seas pesada, te escupo.
Ay , jo porque no creamos la figura de pareja fija para polvos agradables sin consecuencias, ni explicaciones.
PD: mira, lo de las fotos tiene delito, pero lo del paseo por la rotondas eso, eso, eso...buáááááá´.
yo quiero

Anónimo dijo...

Las rotondas tienen gafe, cada vez que quedamos, llueve. Nos podrían contratar para épocas de sequía.

Anónimo dijo...

FAGOCITAR, burr@, FAGOCITAR.
con lluvía o sol las rotondas siempre son buenas, liberan adrenalida ( bueno, quien dice adrenalina dice mala leche)

Anónimo dijo...

FAGOCITAR, burr@, FAGOCITAR, que FAGOTIZAR, es hacer algo con un fagot.
Con lluvía o sol las rotondas siempre son buenas, liberan adrenalida ( bueno, quien dice adrenalina dice mala leche)

Cleonice dijo...

A ver el listo de fagocitar, que creo que te pareces al de mi historia, haz el favor de no meterte con mi anónima favorita, que sabes que aquí no nos callamos ni una. ¡Faltaría más!
Además, la hemos entendido perfectamente, y si nos ponemos así, por lo menos fagotizar es hacer algo con un fagot
¿Pero qué es adrenalida?
Así que nada de llamar burra a nadie, y menos aquí.
¡No vaya a ser que te mandemos a recorrer rotondas!.
Venga, un saludito, corazón.

Truculentus dijo...

El/la de la Real de la Lengua no sabe dónde se ha metido.
Yo al leer lo de fagotizar, lo he relacionado con Fagor y en pensado en lavadoras y cocinas... - ¿Será por la casa? - pero después lo he tomado como una rareza más: rotondas, fagotizar, despellejar...
Por cierto, insigne guardián/a de las lenguas hispanas: ¿lluvía?

Cleonice dijo...

¡Es que es superior a ti callarte, Truculentus, vaya, que no te lo puedes remediar!
¿Ya estás con la cocina? La cosa marcha.......
¿Te das cuenta que nosotros solitos nos ponemos verdes, discutimos y nos reirnos unos de otros?
Por cierto, ¿En qué se parecen Truculentus, Sócrates y un tábano?
Jeje, está bastante fácil ¿verdad?

claudio eliano dijo...

JO EL LUNES VOY PAL OCULISTA A ARREGLERME LO DE LOS OJOS (NO VEO TRES EN UN PIJO) PEOR LO DEL CERBRO...
Aprovechando que hoy es el día de la mujer trabajadora, grito al mundo: maldigo la raza de los hombres, maldigo a quienes con lisonjeras palabras nos han engañado: sed buenas profesionales, sed buenas amantes, sed grandes conversadoras y no disimuléis vuestra inteligencia, Estúpidos: ¿por qué no nos decíais la verdad? Sed buenas profesionales...
en la casa, nunca toméis la iniciativa, guardad silencio,y por favor ¿ tú vas a saber más que yo?